Emprendiendo al amanecer
junio 7, 2020 at 2:40 ,
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Por Roberto Jaramillo
El término emprender ha sido utilizado durante años como una muestra de deseo de superación, la búsqueda de nuevos ideales, la ruptura de esquemas o la lucha por cumplir tus ideales. Todo esto, no puede estar más cerca de la verdad, ya que efectivamente el emprendedor es aquella persona idealista que busca el entorno mas favorable, aún frente a condiciones adversas.
La bonanza petrolera, el cierre de mercados durante el COVID 19, el desarrollo de la Copa América en el Ecuador o la salida del país de la FIFA... Todas estas realidades, son aptas para emprender; ya que el emprendimiento se traduce en adaptación. La pregunta es: ¿Adaptarse para qué? La respuesta: Un emprendedor o una emprendedora buscan convertir una situación adversa en una oportunidad; por ejemplo: Una noche de insomnio, en un blog escrito y publicado. Es decir, no existe una realidad que pueda distanciarme de una mentalidad definida. Y esta es la respuesta: Nos adaptamos para superarnos, para demostrar que somos nosotros quienes controlamos los resultados de nuestro entorno y no a la inversa, donde quizá una noche de insomnio pudo convertirse simplemente en una mañana pesada (algo que no dejará de ser) pero que ahora esta acompañada de un logro: ¡Tu publicación en un Blog!
La emprendedora (para romper la sincronía con los términos escritos en masculino... Un imaginario impuesto) identifica oportunidades y las toma en la medida de sus recursos, capacidades y de aquellas metas trazadas. Todo esta medido, y si no, pues está preparada. El emprendimiento definitivamente, se traduce, no en resultados únicamente, sino en una forma de pensar, que va más allá del idealismos y aterriza en la construcción paso a paso, con logros grandes o pequeños, sobre aquel anhelo que fijamos como un objetivo para alcanzar.
Todos pueden ser emprendedores y emprendedoras, a veces podemos hacerlo solos o a veces es mejor hacerlo acompañados... El punto está en la DECISIÓN de cambiar mi realidad para adaptarla a un contexto mejor, que permita cumplir objetivos, en el menor tiempo y al menor costo.
¿La fórmula? Dar el primer paso. Así de simple. Si ya lo hiciste, has avanzado. Si no lo has hecho, es momento de pensar en tu insomnio y decidir si solo se convertirá en una mañana pesada, en un día largo.
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