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Por un Ecuador Accesible

24 ago, 2100, No hay comentarios

Este es un espacio creado para compartir artículos, notas, posts, entre otras entradas, relacionados a la Accesibilidad Universal. Tiene el fin de informar, y difundir conocimientos, opiniones y comentarios de expertos para así,  promocionar y promover la aplicación de buenas prácticas en nuestros espacios. 

Además, este blog puede ser usado como una plataforma de networking, como un medio de conexión entre los diferentes actores. Si estás interesado en aportar o escribir un artículo puedes escribirnos en nuestra sección de contactos. 

¡No olvides compartir y dejarnos tus comentarios!

BARRERISMO, sinónimo de Inaccesible

5 dic, 2020, No hay comentarios

Por Patricia Ortega

Seguramente para muchos de nosotros, el término “Barrerismo”[1] resulta desconocido y complicado, sin embargo, el significado que conlleva esta palabra, denota una gran importancia cuando hablamos de espacios accesibles, o, mejor dicho, espacios inaccesibles.

Esta interesante expresión surgió a inicios del año 2019 como parte de una campaña de Fundación ONCE, para denunciar la invasión de los espacios públicos con elementos de uso personal y comercial, como patinetes eléctricos, motocicletas, autos mal estacionados, carteleras, letreros, entre otros.

A pesar de que nació como una campaña de concienciación para evitar que nuestros objetos cotidianos se conviertan en los nuevos invasores de los espacios públicos, y, que fue difundida específicamente en el territorio español, su connotación resulta adaptable a cualquiera de nuestras ciudades y entornos, donde a diario podemos observar obstáculos en los espacios de circulación peatonal.

Si analizamos la situación actual de nuestros barrios y comunidades, que de forma paulatina y nada reservada se van adaptando a la “nueva realidad”, observamos que inicialmente y de cierta manera, el distanciamiento social ha beneficiado a mejorar la accesibilidad al interior de los espacios edificados, ya que el mobiliario de los comercios como las mesas de los restaurantes, por ejemplo, se encuentran más separadas, permitiendo tener circulaciones más amplias y que facilitan la movilidad autónoma y sin ningún tipo de obstáculos a las personas que usan algún tipo de producto de apoyo.

Pero, ¿Qué pasa con los espacios exteriores?, ¿la realidad es la misma?, la respuesta es un rotundo no, porque el espacio que los comercios perdieron al interior, en muchos casos lo compensan con el uso de los espacios exteriores, es decir, el espacio público, y volvemos a la misma situación de antes, espacios inaccesibles.

En este punto, me permito hacer una reflexión, es una realidad que todas las personas, independientemente de nuestra actividad, en uno u otro sentido, nos hemos visto afectados ante esta situación, pero ¿es realmente necesario adueñarnos de los espacios públicos para “recompensar” de cierta manera lo que estamos “perdiendo” al interior?

Si para contestar esta pregunta, analizamos una parte del contenido de La Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad, que nos indica “Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus habitantes” y que dentro de sus disposiciones generales establece que, “Todas las personas tienen derecho a la ciudad sin discriminaciones (…)”[2], la respuesta a la pregunta hecha es no.

No cabe duda de que esta mal llamada solución puede generar beneficios para algunos, pero también puede causar dificultades para otros, en particular a quienes presentan más vulnerabilidades, por ejemplo, un adulto mayor que camina con un producto de apoyo, o, un padre que pasea con su hijo en un coche de bebé, una persona de talla grande, una persona con discapacidad, incluso afectará a un pequeño comerciante que se moviliza con su coche de trabajo o a un turista que se moviliza con su equipaje, todas estas personas, ante la imposibilidad de circular por las aceras, inevitablemente tendrán que bajar a la calle poniendo en riesgo su integridad para poder seguir circulando ¿Cuántos de nosotros hemos vivido situaciones similares?

Y si a toda esta situación le sumamos la “creación” de parqueaderos particulares de motocicletas y vehículos en las aceras, no hay mejor forma de definir esta nueva problemática como “barrerismo”, es decir, en otras palabras, se refiere a todas aquellas barreras u obstáculos que nos encontramos en los espacios de uso público y que se caracterizan por ser elementos no permanentes como las barreras de accesibilidad urbanas o arquitectónicas construidas.

¿Será que esta nueva invasión del espacio público desaparece cuando volvamos a nuestro antiguo estilo de vida? O, más bien el “barrerismo ecuatoriano” seguirá tomándose de forma libre y sin control todos los espacios de circulación, sin que consideremos la diversidad del ser humano que habita nuestras ciudades y las necesidades particulares que tenemos cada uno de nosotros.

Antes de finalizar, me gustaría llamar a la reflexión, a que realicemos un análisis de las soluciones que buscamos para afrontar nuestro día a día, busquemos alternativas creativas, es necesario hacerlo para seguir, pero consideremos que estas no afecten a otras personas, seamos observadores, analíticos y sobre todo respetuosos con las necesidades de los demás, porque talvez, seamos nosotros quienes mañana debamos bajar hasta la calzada, a caminar junto con los vehículos, poniendo en riesgo nuestro seguridad porque “alguien que tenía prisa” dejó estacionado su auto encima de la acera.



[1] Fuente: Fundación ONCE, campaña “Barrerismo”, 2019

[2] Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad, 2004

Accesibilidad Universal y Espacios Naturales.

4 oct, 2020, No hay comentarios

Por Nora Oquendo


No es novedad la importancia del concepto de Accesibilidad Universal en el camino a la inclusión plena de las personas con discapacidad en nuestra sociedad, así como en el desarrollo de ciudades y naciones. Tampoco es novedad que la implementación de Accesibilidad Universal en espacios existentes, constituye un reto para arquitectos e ingenieros y que algunas veces nos encontramos con casos especiales, espacios y ambientes delicados, donde los ajustes razonables deben respetar criterios de conservación histórica y natural. En este artículo he decidido centrarme en los ambientes y espacios naturales, con un enfoque a aquellos donde la convivencia con la naturaleza y paisaje sean su principal razón de ser. 

Entonces, debemos comenzar preguntándonos ¿Es posible hacer accesibles todos los lugares naturales? La respuesta es no. Es por ello, muy importante empezar, previo a la elaboración del plan de accesibilidad, con un análisis al espacio que se desee hacer accesible, identificar qué tipos de atracciones o qué tipo de trayectos o sectores de un determinado lugar pueden llegar a ser adaptados, a cuáles se podrían acceder por alternativas de recorridos y cuáles definitivamente no podrían ser espacios completamente accesibles para todas las personas. En este análisis se deben identificar claramente los sectores y los niveles de accesibilidad a los que pueden llegar. Todo esto, tomando en cuenta las regularizaciones ambientales de adaptaciones a ser realizadas en este tipo de espacios, es decir procurando impactos mínimos en el entorno natural.

Una vez realizado este análisis, lo posterior sería identificar los ajustes razonables, en caso de ser necesarios en los diferentes entornos. Para esto existen diversidad de recursos literarios y guías que indican cuáles de ellos se pueden o se necesiten realizar para hacer que estos espacios puedan ser disfrutados por la mayor cantidad de personas posible.  Todos estos ajustes siempre deben ser realizados con la finalidad de cumplir las condiciones de seguridad, autonomía y comodidad para todos los usuarios.

Entre algunos de los ajustes al entorno, que puedo mencionar brevemente en este artículo están aquellos dirigidos a los recorridos y senderos, los cuales siempre se recomienda manejen pendientes adecuadas, sin escalones, posean una superficie regular, libre de piezas sueltas, grietas, obstáculos y con el ancho adecuado. En el caso de superficies en senderos naturales, bastaría, con un recorrido de tierra compactado al 90 % de Próctor modificado, con un correcto mantenimiento del mismo.

Si es imposible el adaptar un sendero para llegar a un determinado punto, ya sea por la pendiente natural del terreno o por otras características propias del entorno, se podrían pensar en otras rutas alternativas para llegar al mismo punto. Si aún así, no es posible generar una ruta accesible a diferentes puntos, pues, lo que podemos hacer es indicar que este recorrido no es accesible para todas las personas.  

Es importante mencionar, que la provisión de información acerca de las atracciones, y los niveles de accesibilidad de los entornos resultan de vital importancia. Información detallada en páginas web, así como en el centro de visitantes, al inicio de recorrido entre otros lugares estratégicos, permitirá a los diferentes usuarios aprovechar mejor su tiempo y mejorar su experiencia.

Para mayores detalles de qué elementos implementar o en cuáles intervenir, les invito a revisar la Norma Ecuatoriana de la Construcción, capítulo NEC-HS-AU Accesibilidad Universal, y adicionalmente, les invito a leer el contenido completo de la Guía Técnica de Accesibilidad Universal en Espacios Naturales emitido por el órgano el Ministerio de Medio Ambiente español, en el cual se basa todo el contenido de este artículo.

*Bibliografía:  Ministerio de Medio Ambiente Español, 2017. Guía Técnica De Accesibilidad Universal En Espacios Naturales. [ebook] Available at: <https://www.miteco.gob.es/es/red-parques-nacionales/guia-accesibilidad-espacios-naturales_tcm30-486562.pdf> [Accessed 14 September 2020].

Movilidad post COVID_19

12 jul, 2020, No hay comentarios


Por: Ing. Christian Enrique Zaragocín Pacheco, Arq. Pamela Alejandra Villacrés Tapia.

¿Se ha perdido el miedo? Pues sí, se ha perdido, o este ha disminuido, y va en un sube y baja, poco comparable con los primeros días de pandemia en Ecuador, el desconocimiento, las famosas “fake news”, y los datos no acertados de representantes de la ciudadanía en el gobierno causaron que el nivel del miedo sea el más alto. Actualmente, las necesidades han obligado a que poco a poco, de manera forzosa y sobre todo para quienes no les queda de otra, deban salir y vencer ese miedo.

¿Hay que repensar la ciudad?, ¿Hay que repensar las costumbres ciudadanas? ¿Hay que repensar el tránsito y la movilidad? Necesariamente sí, es menester provocar el cambio de muchas cosas, aunque sea motivados por el miedo al contagio, el miedo a la incertidumbre de no saber si puede o no haber un futuro en presencia de los seres queridos, una vez terminada la pandemia.

Quito, la capital de un país en desarrollo, todavía es una ciudad a la que llegan tarde las novedades e implementaciones del primer mundo. De pronto, la brecha ha disminuido, aunque todavía tardan en llegar las innovaciones de las ciudades ya desarrolladas. Es así que, en la capital del Ecuador, con retraso se piensa en realizar cambios que en el primer mundo ya se han implementado como medidas a corto plazo, para convivir con la presencia del coronavirus.

En ciudades europeas se han promovido políticas de movilidad sostenible, pensando en el medio ambiente y salud de los ciudadanos, mediante la óptima implementación de ciclovías, servicio de bicicleta pública eficiente, y desincentivo del uso del vehículo liviano, con alto costo de circulación de los mismos, entre otras. Es así que hoy, en tiempos de pandemia, las calles de ciudades como París, por ejemplo, están llenas de ciclistas y peatones, ¿cuál es el objetivo?, mantener el distanciamiento social, las personas no subirán a un servicio de transporte masivo si se evidencia el poco espacio para mantenerse seguros evitando contagio. Optar por este cambio fue más fácil y rápido pues ya existían políticas públicas de sostenibilidad ligadas a la adaptación de la infraestructura viaria de la ciudad y movilidad.

En cuanto a la infraestructrua vial, el tabú más grande en cuanto al uso de la bicicleta en la ciudad de Quito, es la topografía de la ciudad. Solo imaginarse el no poder, o el gran esfuerzo que representaría subir una de sus empinadas cuestas ya provoca ni siquiera intentarlo, pero, ¿qué sucede en la provincia nórdica del país? En el Carchi Ecuatoriano, ante la necesidad, hay mucha gente que se transporta en bicicleta por las empinadas carreteras de la provincia, así es como nació el único campeón ecuatoriano del Giro de Italia, sin tener la infraestructura adecuada, logró participar en competencias de élite.

En el corto plazo, la ciudad de Quito debe definir sus espacios en función de las prioridades de los actores viales, según (AMT, 2020), existen 474.209 vehículos matriculados a la fecha, de los cuales se tienen 383.976 vehículos livianos y según el (INEC, 2010),  los quiteños son 2.8 millones, además, el índice de ocupación, según (Secretaría de Movilidad, 2014) es de 1.34 personas por auto, resulta entonces que alrededor del 18.4% de la población de Quito se transportan en vehículo liviano, y el 81.6% se traslada en transporte público. Repensar la ciudad tomando en cuenta estos porcentajes y en función de las prioridades, con la implementación de ciclo vías emergentes, debe ser lo inmediato para brindar a la gente una alternativa de movilización.

 A mediano plazo, realizar los diseños e implementación de ciclo rutas definitivas, para con esto mantener la visión de una ciudad como Ámsterdam, en la cual un 50% de habitantes caminen y pedaleen, la tecnología ayuda a vencer las pendientes pronunciadas de las calles, brindando soluciones eléctricas a los medios de transporte alternativo como son las bicicletas y los scooters. Es un reto para los profesionales del urbanismo establecer las mejores propuestas para que en ese largo plazo existan, redes extensas de ciclo rutas, amplias aceras libres de obstáculos y espacios de convivencia al aire libre, un futuro sin duda con un ambiente limpio, con hábitos y costumbres adecuadas a una convivencia armónica entre la humanidad y naturaleza, adoptando medios de transporte para que sean sostenibles y saludables; ya que, basados en la historia, las pandemias son cíclicas, por lo que los cambios que se realicen permitirán a la ciudad, estar preparada para las siguientes pandemias.

En cuanto a la movilidad, con la declaratoria de emergencia sanitaria nacional, de fecha 16 de marzo de 2020 en el Ecuador, las formas de movilidad han cambiado drásticamente; dadas las restricciones dictaminadas por el COE Nacional y la suspensión total del sistema de transporte público, se evidenció el incremento de usuarios en otras formas de transporte y el decremento de índices de siniestralidad en la ciudad de Quito (AMT,2020). Como primer punto, el incremento de otras formas de transporte en la ciudad de Quito, ha roto paradigmas con relación a la topografía con pendientes, clima lluvioso y una infraestructura pro vehículo liviano; al momento el sistema de transporte público funciona con el 50% del aforo máximo, por lo cual es indispensable captar al 50% de usuarios restante y promover una movilidad sostenible, como alternativas de bioseguridad. Sin embargo, es visible que el miedo al contagio incentiva notablemente el incremento del uso del vehículo privado, incidiendo directamente con efectos adversos, la contaminación ambiental, siniestralidad y aumento del parque automotor.

Como reto a corto y mediano plazo en temas de movilidad, la ciudad de Quito requiere incentivar el uso de bicicleta y caminata mediante una adaptación de infraestructura vial de forma emergente y definitiva, con ciclovías y ensanchamiento de aceras para guardar el distanciamiento social, siendo un potencial el ensanchamiento de acera para la eliminación de obstáculos, para beneficio de todos los habitantes, independiente de sus capacidades.

En conclusión, la nueva normalidad a la que nos estamos enfrentando nos conllevará a realizar cambios en los hábitos de la movilidad de la ciudad; sin embargo, está en nuestras manos hacer que estos cambios se implementen en pro de una movilidad sostenible y saludable, en donde el ciclista y peatones tengan un rol protagonístico y está adversidad sea la oportunidad de adaptar la infaestructura existente.

Reflexiones sobre Arquitectura

21 jun, 2020, 1 comentario


Por Erick P. Estrada.

Aporte crítico

¿Cuál es el rol de los arquitectos?

La respuesta a esa pregunta no es una tarea sencilla, ni mucho menos existe una respuesta única, pero por ello no hay como permitir ciertas consideraciones abusivas que tienen los arquitectos en el momento de ejercer su oficio. Muchas veces se confunde al diseño arquitectónico con el diseño artístico dando como consecuencia una obra que no es categóricamente ninguna de ambas. A ese tipo de producciones, según el nivel amorfo de su constitución, para efecto de este artículo, las podemos llamar: caprichos. Y con ello preguntar,

¿Qué pasa cuando se confunde Arquitectura con caprichos?

Este tema tiene mucha tela por cortar, se lo puede reflexionar desde diferentes aristas. La que propongo para esta ocasión, no es analizar la naturaleza ontológica de la Arquitectura, sino irnos a la acera del frente, es decir, ponernos en los zapatos del ‘otro’, de los usuarios de dicha arquitectura. Veamos a ese pequeño niño en la fotografía.

[1]  La imagen muestra un niño parado en el filo del peldaño de una grada. La grada no presenta pasamanos ni bordillos en sus lados laterales. 

Cuando se habla de usuarios, se suele pensar y diseñar únicamente para un tipo promedio de personas que en su esencia resultan ser jóvenes, de buena salud, de movimientos fluidos y enérgicos, es decir, el usuario ideal. No está por demás decir que no todos somos esos usuarios ideales. Como ya se ha dicho, la diversidad de la población es compleja y única, y por ello la respuesta arquitectónica debe serlo también. -La respuesta arquitectónica- enfatizo, es una respuesta que debe nacer de un diálogo, no de una actitud prepotente por alguna de las partes.

La imagen muestra la misma grada de la imagen anterior pero ahora se muestra un niño que sube las gradas con cierta dificultad. 

¿Los arquitectos pensaron en este niño o sólo en lo estético que se verá su obra?

La reflexión se las dejo a ustedes. Por mi parte quiero hacer visible la mano del niño que se apoya sobre el vidrio para poder subir los grandes escalones vistos en relación al tamaño de sus piernitas.

Si bien, se sabe que no existe un diseño que logre acuñar todas las necesidades tanto de los usuarios como de los arquitectos, no por ello se pueden obviar realidades fácticas como por ejemplo: la seguridad que implican ciertas decisiones en el proceso de diseño. Por esa razón existen marcos normativos de toda índole. Está claro, también, que los marcos normativos no son una guía perfecta y en muchos casos representan problemas más que soluciones, pero aun así no podemos hacer caso omiso de lo que intentan regular. Una solución a estos problemas de ambos lados, está en la capacidad que tiene el arquitecto para poder dialogar con la normativa, el usuario y sus propias convicciones e ideales. La respuesta no es sencilla y si así lo fuera, si fuera una receta o guía rápida, no mereciera llamarse Arquitectura.

El ejemplo que vemos en las fotografías es un diseño que está presente en la cotidianidad, es más común de lo que parece. ¿Qué implica esa grada para el niño? ¿Cómo la subirá un anciano? ¡Qué necesario es un pasamanos! podría evitar tantos accidentes por la falta de apoyo, o si somos un poco más despreocupados o superficiales, podría evitar tantas manchas de grasa (dejadas por las manos) sobre el vidrio. En fin, la Accesibilidad Universal como condición humana aún no está dentro de nuestro imaginario que suele priorizar caprichos artísticos. Si no me creen, miremos esta otra fotografía que corresponde al mismo proyecto arquitectónico antes observado.

La imagen muestra  una grada cuyos peldaños son divididos en el centro. No son peldaños con un ancho uniforme y continuo en todos los tramos. Los escalones de cada parte se encuentran construidos a diferente altura. No a una altura uniforme como en una grada normal.

El siguiente tramo de escaleras repite el mismo criterio del tramo anterior y además suma una nueva condicionante para el usuario (niño): condiciona la utilidad de la grada a una forma específica y única, es decir, sólo se la puede usar de una manera preestablecida. Los escalones están segmentados en dos tramos que se separan unos de otros simulando un caminar continuo. Para que quede más claro, miremos.

Las imágenes muestran vistas frontales de la escalera anterior con peldaños irregulares, a diferentes alturas. 

La diferencia entre escalones es el doble de lo normal, ya que el diseño de esa grada busca reducir espacio, compactar los escalones y generar una única forma de caminar y subirla[2]. La implicancia inmediata de este tipo de diseño es un inminente riesgo para el usuario estándar, que se incrementa de forma exponencial considerando el caso de los niños de las fotos. Esa grada que la hemos visto en varios lugares, no es accesible y ni siquiera consta en la normativa de arquitectura oficial, por así decirlo.

Con lo que hemos discutido y sin necesidad de ser arquitectos para generar conocimiento, cómo podemos responder a la siguiente pregunta ¿qué implica hacer arquitectura? Porque si no la respondemos, no creo que podamos avanzar a la siguiente ¿cómo se debe hacer arquitectura?

No escuchar lo que sucede fuera del campo de conocimiento técnico-arquitectónico es la primera, de tantas causas que afectan a la rama, raíz de tantos caprichos.

Espero no ser duro, esto no es pensado en contra de nadie en particular y si lo fuera, se apela a la generalidad de los arquitectos; por el contrario, lo que se buscar es una reflexión de lo que se está haciendo hoy en día a través del re-posicionamiento de la mirada desde los zapatos del ‘otro’, de ese pequeño niño que tiene que usar las gradas para su diario vivir.



[1] Ésta y las siguientes imágenes han sido obtenidas de Plataforma Arquitectura: Casa Urrutia, Argentina, 2019.

[2] El utilizar esta vivienda como ejemplo, es entenderlo como un caso aleatorio para mostrar un algo puntual y que sirve para lo que busco comunicar. Estos casos se pueden ver en muchos y variados proyectos arquitectónicos de todo el mundo. Sea como fuere, pueden visitar el proyecto en Plataforma Arquitectura, https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/935871/casa-urrutia-sol-blanc?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook y juzgar por ustedes mismos.

Emprendiendo al amanecer

7 jun, 2020, No hay comentarios
Por Roberto Jaramillo

El término emprender ha sido utilizado durante años como una muestra de deseo de superación, la búsqueda de nuevos ideales, la ruptura de esquemas o la lucha por cumplir tus ideales. Todo esto, no puede estar más cerca de la verdad, ya que efectivamente el emprendedor es aquella persona idealista que busca el entorno mas favorable, aún frente a condiciones adversas.

La bonanza petrolera, el cierre de mercados durante el COVID 19, el desarrollo de la Copa América en el Ecuador o la salida del país de la FIFA... Todas estas realidades, son aptas para emprender; ya que el emprendimiento se traduce en adaptación. La pregunta es: ¿Adaptarse para qué? La respuesta: Un emprendedor o una emprendedora buscan convertir una situación adversa en una oportunidad; por ejemplo: Una noche de insomnio, en un blog escrito y publicado. Es decir, no existe una realidad que pueda distanciarme de una mentalidad definida. Y esta es la respuesta: Nos adaptamos para superarnos, para demostrar que somos nosotros quienes controlamos los resultados de nuestro entorno y no a la inversa, donde quizá una noche de insomnio pudo convertirse simplemente en una mañana pesada (algo que no dejará de ser) pero que ahora esta acompañada de un logro: ¡Tu publicación en un Blog!

La emprendedora (para romper la sincronía con los términos escritos en masculino... Un imaginario impuesto) identifica oportunidades y las toma en la medida de sus recursos, capacidades y de aquellas metas trazadas. Todo esta medido, y si no, pues está preparada. El emprendimiento definitivamente, se traduce, no en resultados únicamente, sino en una forma de pensar, que va más allá del idealismos y aterriza en la construcción paso a paso, con logros grandes o pequeños, sobre aquel anhelo que fijamos como un objetivo para alcanzar.

Todos pueden ser emprendedores y emprendedoras, a veces podemos hacerlo solos o a veces es mejor hacerlo acompañados... El punto está en la DECISIÓN de cambiar mi realidad para adaptarla a un contexto mejor, que permita cumplir objetivos, en el menor tiempo y al menor costo.

¿La fórmula? Dar el primer paso. Así de simple. Si ya lo hiciste, has avanzado. Si no lo has hecho, es momento de pensar en tu insomnio y decidir si solo se convertirá en una mañana pesada, en un día largo.


@Roberjr3 (IG) 

@RobertoJaramillo (Linkedin)


Diálogo desde las fronteras

17 may, 2020, No hay comentarios


Erick P. Estrada.

Aporte crítico

 Cuando se habla desde la lucha y la reivindicación, el suceso en cuestión adquiere un sentido más amplio y envolvente al que originalmente poseía. Existe una especie de contagio que motiva y justifica su accionar. En esta ocasión no estoy criticando a la naturaleza de la lucha, pero es necesario recordar que las reivindicaciones generalmente vienen desde las posturas marginales al poder y muchas de ellas están atravesadas por condiciones de abuso y sometimiento. Por ello, es necesario que todos tomemos conciencia de nuestra condición humana para aunarnos en el sentido de las luchas históricas que vivimos como pueblos.

En este caso en particular estamos hablando de la reivindicación de la Accesibilidad Universal como el derecho al acceso que poseemos todas las personas. Si bien, esta categoría la problematizamos inicialmente en referencia al entorno construido, es decir, el espacio que habitamos a diario: casa, trabajo, ciudad; su condición de “universalidad” nos lleva a extenderla a todas las posibilidades en la vida de las personas. El desarrollo de esta materia es una conquista en los derechos humanos, una reivindicación; pero ¿qué sucede con nuestra cotidianidad? Traigo a reflexionar dos caminos para ser repensados: la realidad ideal y sus extremismos, y; la accesibilidad aplicada a casos concretos.

En el primero de ellos, tenemos dos categorías: nuestra realidad excluyente y discriminadora que algunos podrían llamarle el mundo del “ser”, y; la realidad inclusiva y acogedora que otros podrían llamarle el mundo del “deber ser”. Está claro que la ligazón de ambas realidades está en el nivel de accesibilidad que posee cada una, y además está claro que ambas realidades son opuestas. Si bien, a nuestra cotidianidad la reconocemos como excluyente, no lo es en extremo, sin por ello salvarse de ser una versión cruel para aquellas personas vulnerables a sus efectos. Su accesibilidad roza niveles bajos y por ello gran cantidad de nuestras propuestas buscan su viraje de ciento ochenta grados hacia ese mundo ideal que aplica todos los desarrollos habidos y por haber. Aquello lo catalogo como un primer paso necesario lleno de expectativa y euforia, pero no como el final del camino. Si todo fuera así, la realidad sería un fenómeno sencillo de comprender, estudiar e intervenir, pero no lo es. Un estadio está en la teoría y otro la práctica. Nuestra realidad está llena de paradojas, acontecimientos inverosímiles y obviedades, que en conjunto la hacen un rompecabezas complejo de comprender. Es por eso que aquellos teóricos neófitos y dogmáticos con sus posturas idealistas[1] no encajan con la realidad que deviene día a día. Esta vía, sostengo, no es una solución para la accesibilidad.

En el segundo camino tenemos la búsqueda de la accesibilidad aplicada a casos concretos de nuestra realidad donde podemos detenernos a ver tres posibles casos: la aplicación tajante sobre nuestro momento actual; la aplicación repensada sobre la mejor posibilidad de accesibilidad hacia nuestra realidad, y; el diálogo de la naturaleza del objeto de estudio frente a la naturaleza de la Accesibilidad Universal. La aplicación tajante de las “ideas” de accesibilidad sobre elementos constituidos provoca en muchos casos adaptaciones bruscas que desfavorecen a ambos. Por un lado el objeto en cuestión se maquilla de “accesible” y por otro, como no fue pensado para ello, es una solución tipo parche. Estas soluciones en su mayoría de casos, las rechazo por ser aberraciones[2]. Por contraposición a ellas se encuentran soluciones que piensan al objeto de estudio en referencia a su aplicabilidad en materia de accesibilidad. Aquí es donde se descubre que no todo puede ser accesible, que la realidad por más cruel que sea, así se ha configurado, y que aquello está atravesado por el desarrollo social y económico. No se puede cambiar de la noche a la mañana y quizá nunca cambie. En fin, estas soluciones no son parches; en ellas se puede ver un intento de articulación y fluidez que avivan a la Accesibilidad Universal como una materia que aporta al desarrollo humano. Lastimosamente, la mayor cantidad de objetos y fenómenos que nos rodean no poseen este tipo de soluciones por su complejidad, técnica y costos; pero este camino considero el más adecuado para trabajar. Y, ahora como tercer caso, se encuentra el que más me apasiona, el diálogo de naturalezas entre el objeto y la Accesibilidad Universal.[3] Comienzo planteando lo siguiente: ¿es correcto hacer todo accesible? Creo que la primera respuesta está en nuestras limitaciones respecto a lo existente, la naturaleza del objeto y los acontecimientos. No todo puede ser accesible, aunque sea idealizado. Explicaré a través de un ejemplo: en la filosofía[4] Heideggeriana existe un desarrollo del campo de estudio como vía autónoma; existo “yo” como sujeto con un desarrollo en otra vía autónoma respecto a aquella filosofía. Cuando nos cruzamos se ponen en juego ambas posiciones, siendo la más estable la de la filosofía. “Yo” estoy condicionado a mi capacidad de entendimiento de ella. Puedo comprenderla o no, sin por ello cambiar el estado de la posición filosófica desarrollada. Si fuera un sujeto extremista, acusaría a la filosofía Heideggeriana de no ser accesible a mí y vulnerar mi derecho a entenderla. El ejemplo es grueso y discutible pero con ello intento graficarme cómo no deberían ser abordados los diálogos de naturalezas y categorías.

En conclusión, después de haber transitado brevemente por varias aristas del problema planteado, sostengo la idea de ser sujetos críticos. Creo fehacientemente que nuestra capacidad reflexiva será el único camino hacia un desarrollo real y concreto, lejos de utopías.  El resto es un carnaval de parches, café, tabacos y libros.



[1] “Idealista” lo decimos en relación a la “idea - concepto” como objeto principal de estudio y posicionamiento.

[2] No pertenecen a nada, no poseen su sentido original, ni tampoco son lo nuevo que se planea de ellos.

[3] Cabe recalcar que este caso no es el que más gusta a la gente, ya que no pueden desarraigarse de sus prejuicios.

[4] Transpolar a otros campos de estudio. 

Ecuador frente a la Accesibilidad Universal

26 abr, 2020, No hay comentarios

Patricia Ortega

A partir de la ratificación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho de las Personas con Discapacidad en marzo de 2008 por parte de Ecuador, se inició un proceso de concienciación mucho más profundo acerca de la labor realizada hasta el momento por el Gobierno Nacional y los Gobiernos Locales, en favor de garantizar los derechos de las personas con discapacidad.

Este suceso permitió encaminar el lineamiento de las nuevas políticas públicas y el accionar del Gobierno desde las diferentes instituciones oficiales, para dar cumplimiento a lo establecido dentro de la Convención de acuerdo con cada una de sus competencias.

Uno de estos proyectos fue Ecuador sin Barreras, que contaba con los programas Manuela Espejo, Misión Solidaria Joaquín Gallegos Lara, Ecuador Alegre y Solidario y Ecuador Vive la Inclusión, los cuales buscaban garantizar una mejor calidad de vida a las personas con discapacidad y sus familias en Ecuador.

A partir del 2008 la Agenda de Desarrollo Social, impulsó la transición hacia una política social integral, universal e incluyente, mientras que la Agenda Social 2009-2011 configuró un piso que avale la protección integral de la población, impulse el desarrollo territorial equitativo, con énfasis en los grupos de atención prioritaria establecidos en la Constitución. (Informe de Desarrollo Social 2007 – 2017 MCDS).

En el periodo de 2010 a 2013, la Vicepresidencia de la República impulsó la educación inclusiva con la entrega de ayudas tiflotecnológicas en unidades educativa para estudiantes con discapacidad visual.

El CONADIS a través de la Ley Orgánica de Discapacidades (LOD) y su Reglamento, establecen políticas públicas enfocadas en garantizar los derechos de las personas con discapacidad. Asimismo, la Agenda Nacional para la Igualdad de Discapacidades 2017-2021 cuenta con 12 ejes de acción vinculados a las instituciones gubernamentales de acuerdo con cada una de sus competencias.

Durante los años de 2013 a 2016, la Secretaría Técnica para la Gestión Inclusiva en Discapacidades, se encontraba a cargo del trabajo en Inclusión Participativa y Productiva, Accesibilidad Universal, y la Gestión Inclusiva del Riesgo.

De forma adicional, las normas INEN sobre Accesibilidad al medio físico existentes iniciaron un proceso de actualización y adaptación a la realidad de nuestro país. Además, durante el 2015 se empezó con el desarrollo del capítulo NEC-HS-AU de Accesibilidad Universal entre varias instituciones gubernamentales.

Al ser las normas INEN de Accesibilidad y el capítulo NEC-HS-AU de aplicación obligatoria a nivel nacional en espacios de uso público, se dio paso a una etapa más visible de incorporación de estos principios en los entornos de nuestras ciudades. Sin embargo, el proceso de aceptación de estos documentos normativos ha requerido un amplio esfuerzo desde las diferencias instancias gubernamentales a cargo para su difusión entre las entidades encargadas de los procesos de planificación, desarrollo, construcción y ejecución de proyectos, así como en las instituciones académicas que cuentan con carreras técnicas como Arquitectura e Ingeniería Civil.

Actualmente, en Ecuador existe un total de 479 910 personas con algún tipo de discapacidad (CONADIS, 2019), mientras que a nivel mundial más de 1 000 millones de personas presentan alguna discapacidad, representando un 15% de la población mundial (0MS, 2017).

Esta información, nos permite advertir que un alto número de personas se verían directamente beneficiadas con la incorporación de condiciones de Accesibilidad Universal en los espacios arquitectónicos y urbanos de uso público, así como en los servicios que ofrecen nuestras ciudades. De igual manera, existirán beneficiarios indirectos constituidos por familiares, amigos, tutores y cuidadores de las personas con discapacidad.

Actualmente, en los nuevos proyectos que están siendo ejecutados en nuestro país, así como en la rehabilitación de espacios públicos, se ha empezado a incorporar varios de estos principios, sin embargo, esto no se constituye en una garantía de que los criterios utilizados en estas obras sean ejecutados de forma correcta, ya que aún existe un alto desconocimiento por parte de los profesionales a cargo de los proyectos, sobre cómo deben ser aplicados, así como el beneficio que implican los mismos para las personas con movilidad reducida.

Queda aún pendiente un proceso de socialización y conocimiento más profundo por parte de estudiantes y profesionales de las áreas técnicas de las entidades públicas y privadas, así como de una correcta fiscalización durante la ejecución de las obras, para que las normas de Accesibilidad Universal aplicadas se conviertan en un beneficio para las personas y no en un problema más.

No obstante, es necesario destacar algunos ejemplos de buenas prácticas que han sido implementados en Ecuador, los podemos apreciar en la zona de juegos infantiles inclusivos en el parque Bicentenario de Quito, parques infantiles inclusivos de Cuenca, playa Murciélago en Manabí, turismo inclusivo en Ambato y poco a poco son más los territorios que se van sumando a la conformación de espacios accesibles, proyectados desde una visión de bienestar y con la apreciación de la diversidad del ser humano como eje de su diseño y planificación, que permiten generar la vinculación social entre sus habitantes, fortaleciendo aspectos como el respecto, la igualdad y la inclusión social. 

Ecuador construye Accesibilidad  2020

Guía en materia de Accesibilidad Universal para empezar un proyecto

4 abr, 2020, No hay comentarios

Por Erick P. Estrada

En artículos anteriores se reflexionó acerca del problema de la Accesibilidad Universal dentro de nuestra sociedad. Sin dejar de pensar en ello, en cómo se construye ciudadanía y política desde las bases sociales, en esta ocasión vamos a abordar la normativa de Accesibilidad Universal existente en el Ecuador.

Trabajar amparado en la normativa nos permite tener un soporte sobre el cual desarrollar proyectos concretos, reales. Si bien, la norma es vista en muchas ocasiones como camisa de fuerza, en este momento la vamos a estudiar como parámetros base sobre los cuales diseñar y moldear ideas. Además, no podemos olvidar que más allá de si nos guste o no lo que encontramos en los libros de normativa, es ley; no importa su nivel jerárquico, pero es de obligatorio cumplimiento.

A continuación, encontraremos una lista de la normativa existente a manera de guía para el desarrollo de diseños, cabe recalcar que se ha organizado la información según los criterios de uso y acercamiento, por parte del autor del artículo:

1.     Norma Ecuatoriana de la Construcción, NEC, de obligatoriedad nacional.

o   NEC-HS: Accesibilidad Universal al Entorno Construido. La podemos encontrar en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, MIDUVI. Esta norma posee los parámetros mínimos y básicos para diseñar espacios de acceso y servicio al público en general.

2.     Normativa INEN[1] de Diseño Accesible. Podemos encontrarlas en la página web de la institución http://apps.normalizacion.gob.ec/descarga/. La mayor parte de la normativa es gratuita.

o   NTE-INEN 2849-1/2: ACCESIBILIDAD UNIVERSAL Y DISEÑO PARA TODOS. PARTE 1: CRITERIOS DALCO PARA FACILITAR LA ACCESIBILIDAD AL ENTORNO.

PARTE 2: SISTEMA DE GESTIÓN DE LA ACCESIBILIDAD.

o   NTE INEN 2850:REQUISITOS DE ACCESIBILIDAD PARA LA ROTULACIÓN.

3.     Normativa INEN del Entorno Construido,arquitectura y urbanismo:

o   NTE-INEN 21542: EDIFICACIÓN ACCESIBILIDAD DEL ENTORNO CONSTRUIDO (ISO 21542:2011, IDT)

o   NTE INEN 2314: ACCESIBILIDAD DE LAS PERSONAS AL MEDIO FÍSICO. ELEMENTOS URBANOS.

o   NTE INEN 2315: ACCESIBILIDAD DE LAS PERSONAS AL MEDIO FÍSICO. TERMINOLOGÍA.

o   NTE-INEN para: Puertas, Señalización, Símbolos gráficos, Vías de circulación peatonal, Bordillos y pasamanos, Rampas, Cruces peatonales, Corredores y pasillos, Estacionamientos, Escaleras, Tránsito, Baterías sanitarias, Ascensores, Dormitorios, Pavimentos, Ventanas, Cocina, Pisos y planos hápticos, Vados, etc.

4.     Ordenanzas Municipales. Corresponden a cada cantón y sus especificidades. Recordando que las ordenanzas se encuentran en la parte baja de la jerarquización de la legislación nacional, ellas deben acatar normativa INEN y NEC. El referente principal para este artículo es el Código de Arquitectura del cantón Quito (ordenanza municipal). La mayoría de cantones no poseen apartados que expliquen el uso de la normativa INEN y NEC, sin que por ello el diseñador deba hacer caso omiso a estos aspectos legales. Lo interesante del código de Quito es que posee algunos análisis de requerimientos mínimos para el diseño de espacios públicos, los cuales son un referente de Accesibilidad Universal; más, sin poseer la precisión que se tiene en la norma INEN y NEC, no son la mejor base para los criterios mínimos en esta materia.

5.     Normativa para los medios de información y comunicación (Web):

o   NTE INEN ISO/IEC 24751-1/2/3: TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN. ADAPTABILIDAD Y ACCESIBILIDAD INDIVIDUALIZADAS EN APRENDIZAJE ELECTRÓNICO, EN EDUCACIÓN Y FORMACIÓN.

o   REP INEN ISO/IEC 29138-1/2/3: TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN. CONSIDERACIONES DE ACCESIBILIDAD PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD.

o   NTE INEN ISO/IEC 40500: TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN – DIRECTRICES DE ACCESIBILIDAD PARA EL CONTENIDO WEB DEL W3C (WCAG) 2.0 (ISO/IEC 40500:2012, IDT).

El repaso por la normativa se lo realizó a manera de guía práctica para aquellos que no estamos trabajando con estos marcos legales como una tarea cotidiana; y se puede ver que el desarrollo de esos cuerpos legales se orientan al área del diseño para todos. Se enfatiza en la arquitectura y el urbanismo, sin por ello, olvidar que existe una gran legislación acerca del respeto y equidad hacia poblaciones vulnerables dentro de nuestra sociedad.

No nos olvidemos que desde la Constitución del Ecuador existe el derechoal acceso sin discriminación y la igualdad de oportunidades para todos.

En otra ocasión se reflexionará acerca de la normativa como concepto, herramienta y medio para un determinado desarrollo consus aciertos y desaciertos.

Febrero del 2020



[1] INEN: Servicio Ecuatoriano de Normalización.

Accesibilidad Universal al 100% ¿Hasta qué Punto?

16 feb, 2020, No hay comentarios

 Por Nora Oquendo. 

Es evidente la importancia de la implementación de Accesibilidad Universal en los espacios y entornos construidos. Sin embargo, al ser este un tema nuevo en el mundo, son muchas las interrogantes que giran en torno al mismo. ¿Hasta qué punto es posible convertir un entorno existente en un lugar 100% accesible? ¿Hasta qué punto es conveniente o se justifica de alguna manera la implementación de soluciones muy costosas que conviertan los espacios en espacios accesibles?

Tras visitas técnicas realizadas a diversos lugares, hemos podido constatar la poca factibilidad de la implementación de ciertas soluciones en Accesibilidad Universal. Las limitaciones varían desde aquellas espaciales y económicas principalmente. Por citar un ejemplo podemos mencionar un escenario bastante común en los entornos, donde existen escaleras que no poseen medios de circulación vertical alternativos ni tampoco espacio para la implementación de rampas. Asimismo, la instalación de salvaescaleras o ascensores puede resultar poco práctica debido al costo y al mantenimiento que requieren. Además, si aún sin el suficiente espacio se decide implementar una rampa, la misma se puede convertir en un tobogán que atenta contra la seguridad de todas las personas. Podemos decir que la solución se convierte en un problema y no solo para las personas con discapacidad, sino para todas.

 ¿Qué se puede hacer en estos casos? A veces, la solución no es arquitectónica, sino que se encuentra en la gestión, por ejemplo, en una escuela, donde los paralelos a los que asistían niños con discapacidad física se encontraban en planta alta, y que no podían subir escaleras, se decidió ubicarlos en aulas de planta baja. Se debe mencionar que muchas veces lugares 100% accesibles pueden ser utópicos, sin embargo, siempre se puede mejorar el nivel de accesibilidad de un lugar.

La experiencia nos ha dejado dos tipos de soluciones a las diversas situaciones principalmente:

1.      Soluciones de Accesibilidad Universal mecánicas y/o tecnológicas. Como el ejemplo mencionado anteriormente, puede ser el colocar ascensores u otros mecanismos salvaescaleras. Estos recursos, son óptimos y a menudo la mejor alternativa, sin embargo, sus necesidades de espacio, su costo y mantenimiento constituyen un limitante en su implementación. Dentro de este grupo también se puede mencionar a las orugas salvaescaleras, que no necesitan de espacio, sin embargo, uno de sus limitantes es el costo.

 2.      Soluciones en Accesibilidad Universal baratas y de fácil implementación, como es el caso de señalización, el manejo de iluminación, colores con contraste, pasamanos en escaleras, entre otros. Son muchas las intervenciones que pueden ser realizadas para incrementar los niveles de accesibilidad de un espacio. Podemos citar un ejemplo de ellas, el aviso por micrófono (por parte del conductor) del nombre de las paradas en las unidades de transporte como son el Ecovia, Metro y el Trolebús en la ciudad de Quito.

Tras los puntos expuestos con anterioridad, podemos decir que, aunque haya muchos espacios que no puedan llegar a ser 100% accesibles, y si bien los limitantes para la implementación de accesibilidad son muchos, también existen soluciones pequeñas y sencillas que pueden causar una gran mejoría en la calidad de vida de las personas. Lo importante está en la voluntad de quienes desean convertir sus espacios en lugares más inclusivos, aunque surjan restricciones, no hay nada que con algo de ingenio no se pueda solucionar. 

Ecuador construye Accesibilidad  2020

¿Cómo llegar a la Accesibilidad Universal?

18 ene, 2020, No hay comentarios

Por Erick P. Estrada.

Aporte crítico

 Es una pregunta difícil de comprender y más aún de responder. Como lo menciona este blog en todas sus diversas entradas, estamos hablando de un cambio en el entorno físico con el cual nos relacionamos a diario y por medio del mismo nos construimos como individuos. Si la ruleta del tiempo sigue girando, en ¿qué punto el entorno construye al individuo o el individuo construye al entorno? Más allá de ser un círculo infinito paradójico, es un posicionamiento ideológico. Es comprender la hegemonía de una etapa histórica, que aún vive en nuestro presente y de la cual somos sus hijos.

La arquitectura es más que un desarrollo tecnológico, es un producto cultural. Y como producto cultural es una respuesta a intereses. Entonces, ¿a quién le interesa la Accesibilidad Universal y qué nos dice este nuevo posicionamiento ideológico? Son intentos de cambio dentro de un sistema que no funciona como lo esperan los indicadores; de un sistema vicioso[1] que no es de aquí, ni de allá. Si nuestra arquitectura, en la que vivimos, es parte de lo vicioso y con problemas de identidad, ¿por qué no los tendríamos nosotros que crecemos en/con ella?; y si la Accesibilidad Universal es una categoría de una arquitectura que no conocemos, ¿cómo podemos debatirla, reflexionarla y ejecutarla?

La sensibilización es el primer paso que a menudo se propone, yo la rechazo. No necesitamos ponernos en los zapatos “del otro[2]” porque afloran actitudes miserables de superioridad. Y tan acostumbrados estamos a ello, a sentirnos más que los demás. Si no están de acuerdo propongo un examen de conciencia y posterior a ello, una concientización. Así enseñaremos algo que antes hayamos vivido. Y no seríamos portavoces o repetidores de un discurso que deberíamos dudar seriamente si es nuestro.

Y si aún no estamos seguros de cómo somos y queremos verlo, analicemos en dónde vivimos y preguntémonos por nuestros intereses. Hagamos esas preguntas complicadas, incómodas y sangrientas[3], para con ellas saber qué clase de padre tenemos y por ende que clase de hijos somos.

Hablar de estos temas es la provocación que yo me hago para el debate, el cual lo extiendo a este escrito y al que lo lea. Pero fundamentalmente no busco el debate, porque los argumentos no cambian la arquitectura en la que vivimos. Mañana seguirán diseñando y construyendo casas, urbanizaciones y pequeños feudos[4] para nosotros que los consumimos como pan caliente. Así es nuestra realidad: patética, miserable, grotesca. Lo que busco es el cambio de la pasividad del discurso hacia la acción. Si queremos hablar de Accesibilidad Universal como una categoría, hablemos con el ejemplo propio, qué hacemos y qué vamos a hacer para que la respuesta esté en el entorno físico, en la arquitectura, no en los papeles; y así quizá la próxima generación que habite nuestros pequeños cambios, se construya como un mejor individuo.

¿Somos personas de acción?...


[1] Vicioso porque posee dos caras: la primera es de la asepsia de la modernidad occidental a la cual idolatramos; la segunda es la favela que soporta la vida real de la gente que vive en dicha arquitectura.

[2] “El otro” como categoría peyorativa, segregativa.

[3] La ciudad se construye con la sangre de los desfavorecidos.

[4] Feudos como analogía arribista de nuestra ciudad que construye urbanizaciones por motivos de seguridad y confort.

¿Escribir sobre accesibilidad?

5 dic, 2019, No hay comentarios

Por Erick P. Estrada.

Aporte crítico

Desde que me invitaron a participar de este blog sobre Accesibilidad Universal hacia el entorno construido, es decir abordado desde la arquitectura y el urbanismo, muchas sensaciones e imágenes me han transitado, especialmente de añoranza. No soy un articulista, comunicador social, redactor o personas oficiantes de líneas editoriales, pero me gusta la crítica, el diálogo y el libre pensamiento. Por ello, que al aventurarme a escribir, lo primero que surge en mí es la pregunta que enuncia estas líneas, ya que hablar de accesibilidad universal, como parte de la arquitectura como tal, no me remite a hablar de un aspecto meramente técnico o encriptado para sólo aquellos que alguna vez llegamos a conocer esta conceptualización, sino me cuestiona muchos aspectos político-económicos de nuestra sociedad. Digo nuestra, específicamente en la que vivimos y en la cual nos reconocemos, es decir, hablo desde un posicionamiento personal, de un ciudadano de clase media quiteña: sin automóvil por lo tanto usa el transporte público urbano y además se moviliza a pie, vive en una casa construida con poca planificación arquitectónica pero con mucho esfuerzo familiar, con ingresos promedio por lo cual las utopías y grandilocuencias de las propagandas de TV son meramente engaños, etc., y ello con todo lo que ya conocemos sobre los diferentes tipos de alienación del sistema político-económico del cual formamos parte todos. Entonces, hablar de accesibilidad universal es una crítica que transciende de la arquitectura, por lo tanto, es hablar de un aspecto mucho más complejo y profundo como son las relaciones sociales y con ellas las relaciones de poder. Aquí se puede remarcar la línea por la cual habito mi acción y pensamiento, misma que direcciona estas líneas diferenciándolas de otras formas de abordar la misma temática.

Dentro de estos planteamientos brevemente enunciados y eligiendo, por el pragmatismo del artículo, una sola arista para reflexionar y tensionar el tema, propongo: La accesibilidad universal vista como una moda en los desarrollos sociales. Es una hipótesis de trabajo fuerte y sé que puede llegar a sonar desagradable u ofensiva a algunas personas, pero mi intención no es esa, sino la de buscar más matices para pensar sin autocensura.

Hablar de moda, es hablar del riesgo que puede estar afectando a la accesibilidad universal dentro de nuestra realidad al igual que a muchas otras temáticas vanguardistas, o ¿acaso eso no sucede con otros frentes de reivindicación social? En los últimos años, he sido observador de varios de ellos, en diversas ramas del conocimiento, oficios, estratos sociales y más, y en todos encuentro criticas propositivas, así como niveles de sectarismos que los relaciono con formas autodefensivas de sobrevivencia en un sistema social que los ha marginado. La forma de salir de esa condición marginal es donde recae esta reflexión y la pregunta sería ¿emergen de la marginalidad desde una reivindicación de su base social, o emerge como moda académica (arquitectura y urbanismo), de desarrollo (porque lo poseen ciudades “más avanzadas que la nuestra”) o política (demagogia o sin bases sociales)? Estas preguntas, junto a muchas más, me vienen en este preciso momento, cuando de una u otra forma, ya hemos conocido una perspectiva diferente de lo que considerábamos como nuestra única realidad[1]. Antes que llegara la accesibilidad universal, el pretexto pudo ser el desconocimiento[2] de ello; una vez lo empezamos a discutir se lo acoge, de tal manera en que ahora tenemos normativas que tratan el tema técnico, y; actualmente, dentro del mundo que me rodea, no existe. Ello me hace pensar a la accesibilidad universal como una moda que vivimos en un determinado momento y es ahí cuando pregunto, ¿qué se necesita para que posea una base social? Creo que es respeto. Pero no un respeto por alguien que nos dicen que es vulnerable, es un jerarca o alguien especial, sino respeto por otro ser humano sin categorías que lo definan. Y ello, percibo, es algo que no poseemos en nuestra sociedad quiteña arribista, egoísta, masificada y cosificada. Quizá esta sea la razón por la cual la accesibilidad universal sea vista como una moda y con ello, una mala copia de un algo “exitoso” que generalmente viene del exterior.

Estas palabras que encierran una atmósfera desaliñada y que dejan un sinsabor, no las expongo como una exhortación autoflagelante, sino como un pensamiento que motive a cambiar  nuestro accionar empezando desde uno mismo y no juzgando al otro, algo que solemos hacer con mucha facilidad y sinvergüencería. Para con ello, empezar a construir sociedad, ciudadanía, apropiación, empoderamiento, es decir, empezar a ser una base social y así poder desarrollarnos en nuestro propio camino y no seguir siendo colonia del pensamiento occidental.



[1] Nos globalizamos y con ello, nuestros imaginarios.

[2] No hablo del desconocimiento como un ignorar totalmente la materia, ya que en varias normas de diseño desde hace décadas han existido varios puntos que abordan la accesibilidad universal; en su lugar se habla de un desconocimiento de la conceptualización “accesibilidad universal”.

La inclusión comienza con la empatía

20 nov, 2019, No hay comentarios

Erika Quezada 

Cuando hablamos de discapacidad, lo confundimos o asociamos con la palabra “INCAPACIDAD”, según el Informe Mundial sobre la Discapacidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la discapacidad forma parte de la condición humana: “casi todas las personas sufrirán algún tipo de discapacidad transitoria o permanente en algún momento de su vida y las que lleguen a la senilidad experimentarán dificultades crecientes de funcionamiento”.

La complejidad del tema y las desventajas relacionadas a la discapacidad son múltiples, Sin embargo, las intervenciones para sobrellevar la misma son diversas, sistémicas y varían según el contexto ¿Cuántas veces nos hemos detenido a ayudar a cruzar la calle, a una persona con discapacidad visual o a un adulto mayor?, ¿Qué nos detiene?, ¿Qué nos aleja?

No se pretende o se asume que las personas lo necesiten o que no puedan desenvolverse en el entorno, no obstante, la falta de empatía con las personas que tienen discapacidad adquirida o que nacen con ella, conlleva a forjar un discurso, pero no a ponerlo en práctica. Estas interrogantes plantean un escenario complejo con relación a la forma de ver y proceder frente a la discapacidad, el deseo de “INCLUIR” no basta con superar la falta de conocimiento, las barreras más “frágiles” de romper son la falta de sensibilidad, los prejuicios, las costumbres y entender que garantizar seguridad, autonomía y comodidad en el acceso y uso del entorno a todas las personas es un derecho.

Estas asignaturas pendientes, permitirán que la estructura del pensamiento y comportamiento colectivo cambien al entender que de la relación inmutable y natural de las personas de disímiles condiciones, contextos y situaciones nace de forma sublime el afecto y simpatía hacia el prójimo. Se puede aseverar que compartir con un amigo con discapacidad, en espacios como la escuela, en el barrio, en el trabajo o en la misma casa, te sensibiliza hacia lo “diferente”, las situaciones de diversidad te enseñan a ser tolerante, generar empatía, respetar las diferencias, a cuestionarte ¿Cómo logramos que emerjan espontáneamente estas acciones en las personas sin discapacidad?, ¿Qué puedo hacer para mejorar su día a día? Esta participación afectiva es un arma positiva hacia la promoción de aprendizaje de mirar las capacidades y no sus privaciones. Sin embargo, en la actualidad estas medidas no son suficientes, las barreras y la exclusión siguen siendo una realidad, ya que se torna más “factible” dejar de lado a una persona con discapacidad que hacerla participe.

El reto es entender que todos somos parte de este gran sistema de inclusión, donde además de eliminar las barreras físicas con relación a la falta de implementación del concepto de Diseño Universal en las ciudades, debemos romper el molde que creamos frente a la adversidad y concebir que el inicio de todo es conseguir ser un buen SER HUMANO.

“La inclusión comienza con la empatía”, frase que nos invita a reflexionar y concientizar que todos podemos empezar por acciones simples como: ayudar a un adulto mayor a cruzar la calle, usar lenguaje positivo, mejorar el trato hacia los demás, aprender lengua de señas y educar para la empatía, elementos de buenas prácticas que contribuyen a la convivencia en igualdad de condiciones.

Ecuador construye Accesibilidad  2019

Circulaciones peatonales, más seguras y accesibles para todos

21 sep, 2019, No hay comentarios

Pamela Villacrés

Dentro del contexto de la movilidad sostenible, una tendencia a nivel mundial que contempla a los diferentes actores y prioriza al peatón, les invito a analizar las veredas y circulaciones peatonales de sus ciudades y les hago la pregunta ¿Cuántas veces se han tropezado en una vereda? La respuesta seguramente nos hará reflexionar acerca de una realidad cotidiana para todos, y que es aún peor en el caso de personas con discapacidad.  Muchas de las veredas no tienen vados ni circulaciones definidas, tienen irregularidades y todos los elementos urbanos constituyen obstáculos. La falta de conocimiento sobre estándares técnicos para la construcción de veredas, la falta de mantenimiento y el mal uso constituyen barreras arquitectónicas que impiden la circulación segura y autónoma para todos.

Para iniciar, es conveniente conocer los parámetros técnicos que deben ser considerados para que una vereda sea accesible:

 ·       Circulaciones libres de obstáculos, ancho mínimo 1.20 m y altura mínima 2.20 m.

·       Implementación de bandas podotáctiles, con contraste.

·       La superficie debe ser estable, dura y antideslizante.

·       Implementación de vados (12% de pendiente), para salvar desniveles entre vereda y calzada.

·       Implementación de rebajes en parterres.

·       Protección de refugios peatonales con señalización u obra civil.

·       Todos los elementos urbanos, deben ubicarse en la banda de mobiliario urbano.

·       La banda de mobiliario urbano debe tener un ancho mínimo de 60 cm, para la instalación de señales verticales, semáforos, bancas, bolardos, entre otros.

La falta de conocimiento sobre éstos estándares técnicos es muy común así como el que no se le preste atención al diseño de las veredas. Es más, en obras arquitectónicas de gran importancia, las circulaciones peatonales no son estudiadas como las vehiculares, lo cual marca aún una priorización del vehículo sobre el peatón.

Acerca del bajo o inexistente mantenimiento, debemos aclarar que, los propietarios de los inmuebles con frente a la vía son los responsables directos de la construcción, mantenimiento y rehabilitación de sus veredas. Debido a eso, las veredas se han convertido en una mezcla de diseños, materiales y técnicas constructivas, sin permitir que se observen como una unidad que tenga un mismo lenguaje de diseño urbano. Adicionalmente, la topografía de las ciudades ocasiona que las veredas sean adaptadas por los frentistas para permitir el acceso de sus vehículos, lo cual conlleva a encontrarnos con gradientes en la circulación peatonal impidiendo el acceso universal. En este contexto, para dotar a una vereda con características de accesibilidad mínimas, se debe considerar:

·       Mantener la superficie de tu vereda estable, dura y antideslizante.

·       Libre de obstáculos como bolardos, mojones, arboles, entre otros.

·       Mantenerla limpia.

·       Las rampas de ingreso vehicular deben estar hacia el interior del predio.

Finalmente, la ciudadanía da mal uso a las circulaciones peatonales, limitándolas y/o bloqueándolas mediante obstáculos temporales como son: autos, motos y bicicletas mal estacionados, puestos de venta, basura en la calle, entre otros. Al igual que la falta de mantenimiento de las veredas, el mal uso de las mismas conlleva a problemas en la libre circulación de todos los peatones. La seguridad y accesibilidad en una vereda está a nuestro alcance con acciones tan simples como estacionar nuestro auto en sitios designados (no sobre las veredas), no ubicar puestos de venta en las circulaciones, entre otros.

Después de haber analizado las principales problemáticas, se puede decir que conseguir veredas accesibles está al alcance de todos. Todas las personas podemos aportar con pequeñas contribuciones como limpiar nuestra vereda o respetar los sitios desinados para estacionar; y si, adicionalmente a ello sumamos la colaboración municipal mediante implementación de proyectos, educación y control, los niveles de accesibilidad en veredas podrían mejorar, y de esta manera contribuir en la construcción de ciudades más accesibles.

Ecuador construye Accesibilidad  2019

Accesibilidad Universal y Desarrollo Sostenible

2 sep, 2019, No hay comentarios

Nora Oquendo

Muchas veces asociamos el termino de Sostenibilidad, únicamente desde el punto de vista ambiental. Por ello, como un antecedente a este artículo, es conveniente citar la definición de desarrollo sostenible establecido en el informe “Nuestro futuro común” realizado por la Organización de las Naciones Unidas:

“Está en manos de la humanidad asegurar que el desarrollo sea sostenible, es decir, asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”  (Brundtland, G.H., 1987)

En el mismo informe, se anota que la creciente pobreza, y el desempleo incrementa la presión sobre los recursos naturales (Brundtland, G.H., 1987). Es decir que, aspectos económicos y sociales tienen repercusión sobre el medio ambiente.  En el informe se señala también que los esfuerzos realizados por países ricos y pobres para  alcanzar prosperidad económica no es duradero, si no se consideran los impactos ambientales y las desigualdades sociales (Brundtland, G.H., 1987). Es por ello que, en base a estas afirmaciones, resulta más sencillo explicar cómo la sostenibilidad debe ser considerada al menos en tres grandes ámbitos, siendo ellos, el ambiental, el social y el económico.

Desde el punto de vista de igualdad de derechos, y el aspecto social,  la Accesibilidad Universal claramente juega un rol muy importante a la hora de generar espacios incluyentes y que puedan ser usados por todas las personas. Para explicar en un nivel más sencillo cómo la Accesibilidad Universal influye en el concepto de Desarrollo Sostenible, especialmente desde el punto de vista social, es conveniente mencionar un ejemplo. Supongamos, que una oficina fue construida sin consideraciones de accesibilidad mínimas. En ella funciona una agencia de viajes que brindan servicios de turismo, sin embargo, estos servicios no van a alcanzar de una manera eficiente a personas con discapacidad, a adultos mayores, o a mujeres embarazadas. Porque estas personas van a tener dificultad visitando la agencia. Así que, a largo plazo, y considerando que , adultos mayores  es un grupo que representa un gran potencial en la industria del turismo (‘’Entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%’’ ((WHO, 2019)), este espacio va a necesitar la readecuación de sus instalaciones. Es por ello que un lugar o un espacio, que no cumple con todas las condiciones para que pueda ser usado por cualquier persona, socialmente va a ser un lugar excluyente, dirigido únicamente a ciertos individuos, y al ser una cifra importante de la población excluida, los ingresos económicos de la agencia de viajes van a verse afectados también.

Si consideramos a gran escala que nuestros espacios públicos y nuestras ciudades no poseen condiciones de accesibilidad mínimas, podemos llegar a la conclusión que la exclusión de las personas posee impactos económicos y sociales evidentemente altos. En este sentido, una ciudad con espacios excluyentes, difícilmente podrá alcanzar los objetivos de desarrollo sostenibles establecidos en la agenda 2030 de la ONU.

Por ello, considerar la norma de accesibilidad en los espacios, no solo beneficia a personas con discapacidad o adultos mayores, por citar unos ejemplos, es un beneficio para todos.

Ecuador construye Accesibilidad  2019

BIBLIOGRAFIA

*ONU. (1987). Informe Brundtland de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo: Our Common Future.

* WHO. (2019). Datos interesantes acerca del envejecimiento. Retrieved 9 August 2019, from https://www.who.int/ageing/about/facts/es/

El verdadero significado de la Accesibilidad Universal

1 sep, 2019, No hay comentarios

Patricia Ortega M.

Imagen de una ciudad con diferentes tipos de personasDesde hace algún tiempo atrás, muchos de nosotros hemos observado en las aceras, paradas de transporte público e incluso en las cajas de medicamentos, nuevos elementos que hasta hace poco eran desconocidos para una gran mayoría de la población.

¿Te has fijado en las franjas amarillas que se encuentran instaladas en las estaciones del trolebús?, o, ¿en las pequeñas placas con puntitos colocadas en algunas de las nuevas paradas?, si tu respuesta a estas preguntas es Sí, posiblemente en algún momento también te hayas preguntado, ¿para qué fueron colocados?, y principalmente, ¿qué son estos elementos?

Si es así, no te preocupes, no eres la única persona que ha tenido estas inquietudes al observar alguno de estos ejemplos y espero con artículo poder solventar algunas de tus inquietudes sobre este tema.

Pero antes de explicar para que sirven, es necesario primero entender su importancia y conocer el verdadero significado detrás de la Accesibilidad Universal.

Si nos basamos únicamente en su concepto técnico, podemos decir que la Accesibilidad Universal es “la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible” (LIONDAU), o que es “la característica de un entorno u objeto que permite a cualquier persona relacionarse con él y utilizarlo de forma amigable, respetuosa y segura” (Aragall 2003:23).

Sin embargo, su verdadero significado va más allá de los conceptos técnicos que podamos encontrar en documentos de índole legal o académicos.

La Accesibilidad Universal, debe ser entendida como el recurso para alcanzar la igualdad de oportunidades, suprimir barreras, no solo de carácter físico, sino también sociales, en pocas palabras, es una herramienta que busca mejorar la calidad de vida de todas las personas, desde los diferentes ámbitos que esto involucra.

Nadie puede negar que nuestras ciudades son la prueba fehaciente de la gran diversidad de sus habitantes, es decir, hay personas bajitas, altas, de talla grande, delgadas, niños, jóvenes, adultos mayores, mujeres embarazadas, o, con alguna discapacidad permanente o temporal, y, justamente es esta diversidad, la que debe marcar la pauta para que el desarrollo urbano y arquitectónico sea sostenible en el tiempo.

Como menciona la Declaración de Estocolmo del EIDD de 2004 (European Institute for Design and Disability), “el entorno construido, los objetos cotidianos, los servicios, la cultura y la información, en resumen, todo lo que está diseñado o hecho por personas para las personas ha de ser accesible, y útil para todos los miembros de la sociedad y consecuente con la continua evolución de la diversidad humana.”

Pero siendo sinceros, junto a falta de concienciación, esto es lo más difícil de entender. La Accesibilidad Universal, va más allá de su errónea vinculación de forma exclusiva con la discapacidad, va más allá de crear una rampa “defectuosa”, va más allá de cumplir con las normas nacionales, va más allá de aplicar un concepto técnico.

Vehículo estacionado frente a vado peatonalSeguramente, muchos de nosotros hemos observado vehículos mal estacionados, obstruyendo los cruces peatonales o las aceras, impidiendo el paso a los transeúntes, o talvez a una persona que usa sillas de ruedas y que, al no poder subir a las aceras, se desplaza por las calzadas (calle), poniendo en riesgo su seguridad.

El verdadero significado de la Accesibilidad Universal, se encuentra íntimamente ligado al ser humano y su diversidad, por ende, se enfoca en garantizar la autonomía y por sobretodo la seguridad de las personas. Cuando es correctamente aplicada, permitimos que todos independientemente de su condición, edad o sexo, puedan disfrutar de las bondades que ofrecen nuestras ciudades, centros culturales, deportivos, educativos, o cualquier espacio de uso público.

Por ejemplo, un vado (rampa peatonal) correctamente dispuesto en las esquinas de las aceras, permitirá que una persona que lleva un coche de bebé y otros artículos entre brazos se movilice sin que esto le suponga un esfuerzo adicional al tratar de cruzar una calle, lo mismo sucede con un trabajador que lleva grandes y pesados cargamentos para ser entregados, y mucho más claro, es el beneficio que tendrá una persona que usa un producto de apoyo, sea este un andador, un par de muletas o una silla de ruedas, al poder trasladarse de forma independiente y segura.

Si por el contrario, estos elementos son mal ejecutados, se crearán barreras. Una rampa, por ejemplo, debe tener una pendiente adecuada para que permita el desplazamiento seguro de las personas con movilidad reducida, ya que, si es demasiado empinada, no podrá ser usada por casi nadie, o si lo hace, corre el riesgo de caer.

Entender cuál es el uso de un determinado elemento, quién lo va a usar y por qué debe cumplir criterios técnicos específicos, es sin duda la clave para garantizar el éxito de las intervenciones en Accesibilidad Universal.

Una vez explicado esto, me referiré a las preguntas que mencionaba al inicio de este artículo. Las franjas amarillas de las estaciones del trolebús, son pisos podotáctiles, destinados a brindar una guía o aviso a las personas con discapacidad visual o deficiencias visuales que usan productos de apoyo (bastón).

El piso con acanaladuras, permiten conocer la dirección de un recorrido, mientras que el de conos truncados (pupitos), permiten saber de un cambio de dirección o advertir de un peligro o desnivel, por eso están colocados en cada uno de los ingresos del trole.

Sobre las pequeñas placas instaladas en un costado de las nuevas paradas de bus, se tratan de placas en texto Braille y sirven para que las personas ciegas, puedan leer el nombre la parada en la que se encuentran, caso similar ocurre con las cajas de medicamentos.

En conclusión, la Accesibilidad Universal debe ser vista como un beneficio, no para un colectivo específico, sino, para toda la población, y, cuyo fin es lograr ciudades más humanas, pensadas en nuestras fortalezas y diferencias, pensadas en brindar espacios de calidad, que sean inclusivos e incluyentes, es decir, Ciudades para Todos.

 

Ecuador Construye Accesibilidad 2019

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Tips NO accesibles


¿Conoces las barras de apoyo para baños adaptados?

Las barras de apoyo en los baños adaptados, se constituyen en elementos fundamentales para permitir la transferencia frontal o lateral de las personas con movilidad reducida o usuarios de silla de ruedas.

Cuando el espacio de transferencia es lateral, la barra de apoyo será abatible, nunca será un elemento fijo, ya que esto impedirá la transferencia desde el lado derecho o izquierdo desde una silla de ruedas.


¿Conoces la rampa-escalera? 

Este elemento urbano, si bien es cierto, fue concebido como la mejor forma de garantizar la inclusión, al integrar los peldaños de una escalera y los tramos de las rampas, cuando hablamos de Accesibilidad Universal, no es la mejor solución, ¿por qué?  pues porque  este tipo de configuración no permite una circulación contínua y sin interrupciones, además, sus peldaños no presentan uniformidad en sus dimensiones, las rampas generadas no poseen elementos de seguridad para personas en silla de ruedas, por mencionar algunos de los puntos más desfavorables en relación a la accesibilidad.

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